Ajo

El ajo se cultivaba en Asia Central hace más de 5.000 años y probablemente debamos agradecer a los romanos que lo trajeran a Europa.

Gracias a sus componentes, como los polifenoles y los sulfuros, el ajo tiene un efecto especialmente bueno sobre los lípidos sanguíneos y también reduce la tensión arterial. El ajo actúa como un antibiótico y combate, por ejemplo, diversas bacterias y hongos nocivos de la flora intestinal. El ajo también tiene un efecto preventivo contra los resfriados.

Utilizamos ajo fresco pelado procedente de China, de color muy claro y sabor más suave. También utilizamos ajo de España e Italia, de color ligeramente más amarillo y bastante más "potente". También transformamos el ajo congelado en purés con mucha, poca o nada de sal. A gusto del cliente.

Y para los que se atreven con algo diferente, también está el ajo negro. Este ajo fermentado tiene un sabor inusual (agridulce con notas de regaliz, vinagre balsámico y ciruelas estofadas). Y es aún más sano.

Llevamos muchos años colaborando estrechamente con proveedores de ajo de China, España e Italia.